Assa Trash es un pseudónimo hace
referencia a una identidad transversal construida con los restos culturales que se hallan en su
contexto. A la hora de abordar la temática de sus trabajos, esta artista pretende realizarlo con un
fuerte sentido del humor, generando paradojas y juegos con lo que el individuo cree saber sobre lo
establecido.
Tras licenciarse en Bellas Artes por la Universidad de Granada en 2012, cursa el Máster oficial de Producción e Investigación en Arte por la misma universidad en 2013. Es este mismo año cuando realiza el trabajo de investigación titulado Post-X. La post-pornografía situada en el contexto del post-Arte, donde demuestra que la incorporación de material pornográfico al ámbito del Arte es meramente nominal, es decir, que resulta automáticamente estetizado, esterilizado y neutro, dejando al espectador, quien depende de su contexto, la decisión de considerar si una imagen está siendo usada como artística o pornográfica.
De este modo, existe un interés en la investigación de otros métodos de aprendizaje y transmitir conocimientos compartidos de manera recíproca; mostrando una preocupación hacia la cuestión básica de la estética, ¿qué es Arte?, y, por consiguiente, ¿qué no es Arte?. Esto ha desencadenado una inclinación hacia dos líneas predilectas de trabajo: la indagación sobre el concepto del disgust o asco, como tradujo Ortega y Gasset y al que hace referencia Kant en su texto Crítica del Juicio; así como la capacidad del espectador de realizar el ejercicio estético y la conducta que lleva a cabo, como alude la tesis de Katya Mandoki. En definitiva, la búsqueda teórica y práctica dentro de la obra de Assa Trash está enfocada a los comportamientos y reacciones del espectador, siendo éste el que generaría la obra.
Tras licenciarse en Bellas Artes por la Universidad de Granada en 2012, cursa el Máster oficial de Producción e Investigación en Arte por la misma universidad en 2013. Es este mismo año cuando realiza el trabajo de investigación titulado Post-X. La post-pornografía situada en el contexto del post-Arte, donde demuestra que la incorporación de material pornográfico al ámbito del Arte es meramente nominal, es decir, que resulta automáticamente estetizado, esterilizado y neutro, dejando al espectador, quien depende de su contexto, la decisión de considerar si una imagen está siendo usada como artística o pornográfica.
De este modo, existe un interés en la investigación de otros métodos de aprendizaje y transmitir conocimientos compartidos de manera recíproca; mostrando una preocupación hacia la cuestión básica de la estética, ¿qué es Arte?, y, por consiguiente, ¿qué no es Arte?. Esto ha desencadenado una inclinación hacia dos líneas predilectas de trabajo: la indagación sobre el concepto del disgust o asco, como tradujo Ortega y Gasset y al que hace referencia Kant en su texto Crítica del Juicio; así como la capacidad del espectador de realizar el ejercicio estético y la conducta que lleva a cabo, como alude la tesis de Katya Mandoki. En definitiva, la búsqueda teórica y práctica dentro de la obra de Assa Trash está enfocada a los comportamientos y reacciones del espectador, siendo éste el que generaría la obra.
