Como algunos os habéis dado cuenta, estoy más musical que de costumbre. Esto se debe simplemente al aburrimiento en una mañana de festividad sin nada que hacer. ¿Cómo matar el rato? Pues la verdad que os recomiendo un ejercicio simple y económico: analizar visualmente (sintáctico-formal y semántico, así como las referencias que puede llegar a tener) la programación televisiva. Puede que los TV shows y las series os resulten un tanto pesados al principio. Mi elección es algo fácil y digerible: los vídeos musicales, en este caso del canal musical por excelencia, donde casi ya no ponen música, ¿irónico verdad? Nos encontramos con toda una declaración de intenciones socioculturales de lo qué debes escuchar y cómo debes de ser, observando la forma de vendérnoslo.
Siendo un día como hoy, el 06/12/2012, la festividad de la Constitución española, encontramos en las redes sociales multitud de entradas al respecto, en gran parte desde un punto de vista crítico y reivindicativo. Sin embargo, en la selección de dicho canal, al menos en esta franja horaria en cuestión, resulta curioso que no haya ni un solo vídeo del panorama nacional. Esto no es nada nuevo. Se nos impone un modelo completamente estereotipado norteamericano en donde el kitsch, entendido en este caso como una especie de refrito, brilla en su máximo esplendor, no solo visual, sino también musicalmente. ¡Un paraíso citacionista! Incluso entre grupos o artistas coetáneos, donde solo se diferencian 2 años a 6 meses, entre estética al que apropiar.
Lady Gaga, Nicki Minaj y Christina Aguilera, pequeña comparativa ordenada cronológicamente a modo de ejemplo.
De repente, algo altera, en cierto modo, la línea de los vídeos seleccionados para su emisión. Sé que os va a parecer sorprendente, pero hasta día de hoy he conseguido no ver el famoso Gangnam Style de Spy. La cosa no acaba aquí. Este fenómeno da pie a casi más de 20 minutos seguidos de vídeos musicales de "pop" surcoreano o k-pop (lo digo entrecomillado, porque personalmente me refiero a este tipo de música como comercial; ya que considero que el pop, propiamente dicho, es un estilo o ritmo generado en los años 60 británicos, más o menos).
¿Qué tiene que ver esto con el kitsch? Si empiezas a analizar la imaginaría, en general, de este tipo de vídeos encontramos cosas en común con el bombardeo norteamericano. En primer lugar la necesidad extrema de demostrar el lujo y un posicionamiento de poder superior, no solo con la estética, sino también con una actitud determinada. Además, todo el postizo que hemos llegado a interiorizar como algo natural en este tipo de imágenes. Y, aquí, es el punto que me resulta más interesante, como gracias a la globalización posmoderna hemos conseguido una simulación naturalizada a través de apropiaciones de otras culturas. Para que lo entendamos de alguna manera, es como si extendiéramos un mapa del mundo, como alfombra de un partido de tenis, donde compiten oriente y occidente. Se devuelven la pelota el uno al otro, pero cada vez más hinchada; puesto que, llega un punto, que no sabes quién cita a quién y el núcleo principal de la originalidad se desvanece.
Pequeña comparativa visual de dos grupos, uno norteamericano y otro surcoreano.
Así, me encuentro en una paradoja en donde no sabes a quién mirar para saber quién es más creativo o innovador; e incluso, me resulta absurdo intentar tirar de un hilo, de la gran madeja, para encontrar si fue primero el huevo o la gallina.
P.D.- Linkar aquí, si queréis ver un artículo donde se ven grupos k-pop con evidentes referencias a la cultura estadounidense.
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